Los jueces constatan en sus sentencias decenas de casos de alienación parental
Los jueces de Alicante han constatado en decenas de sentencias por separaciones y regímenes de visitas en los últimos años una realidad cada vez más presente en la sociedad actual: el síndrome de alienación parental (SAP). No es más que el lavado de cerebro practicado por uno de los progenitores a su hijo para predisponerlo de forma enfermiza hacia el otro.
En la mayoría de los casos -aproximadamente uno de cada cinco separaciones conflictivas- los magistrados establecen la existencia de este trastorno infantil inducido, pero se muestran reacios a retirar la custodia del menor por parte del padre o la madre que lo ha causado, tal y como coinciden asociaciones de separados y abogados especializados en esta materia.
«Apenas hay una decena de sentencias en toda España en ese sentido porque los jueces no dan el paso», afirma Bruno Murillo, portavoz de la Plataforma por la Igualdad y la Custodia Compartida, coincidiendo así con el presidente de la Unión de Padres Separados, Ramón Pastor. Un letrado confirma que muchas veces los juzgados reconocen la existencia de esa manipulación, pero suelen mantener la custodia y variar únicamente el régimen de visitas.
«Sí se han algunos casos de retirada de custodias por el SAP», le contradicen desde el Juzgado de Primera Instancia 8 de Alicante, especializado junto a su homólogo del 10 en Familia. A la hora de adoptar este tipo de resoluciones, «es muy importante seguir el criterio de ver qué padre va a favorecer el acercamiento al otro progenitor, señala una psicóloga del Palacio de Justicia de Benalúa. Las medidas, no obstante, no deben necesariamente pasar por ese extremo. Todo depende, apunta un secretario judicial, del grado del SAP, que puede ir de leve a severo. En esa última hipótesis, los Servicios Sociales pueden incluso asumir la tutela del menor e ingresarlo en una casa de acogida porque los problemas psicológicos podrían ser irreversibles. El problema es que no existen centros ni recursos públicos adecuados para esta problemática.
Lo más común, no obstante, es ampliar el régimen de visitas al progenitor contra quien se está dirigiendo la instrumentalización del menor o dictaminar que esas visitas sean tuteladas. «Hay que tener en cuenta que muchas veces el padre o madre que causa el SAP presenta un trastorno psiquiátrico o patológico como reacción emocional a una separación traumática. En ese caso se debe someter a un tratamiento», indica la psicóloga.
Fallos judiciales
El pasado año, la sección cuarta de la Audiencia confirmó un fallo del Juzgado de Familia número 8 en el que se ordenaba «la supervisión y tratamiento médico y psicológico» de un menor para la «recuperación de su salud psicológica y el restablecimiento de los vínculos con el padre por observarse indicadores de la existencia de un síndrome de alienación parental severo».
Sin embargo, los magistrados suspendían el régimen de visitas del padre y mantenían la custodia para la madre porque dársela a él no era «una posibilidad realista» en ese momento. En otro caso fallado en el 2003, el Juzgado de Primera Instancia 10 concedió la custodia de una niña a su padre, por entonces de 14 años, pese a que había indicios de «posible síndrome de alienación parental» y de que el entorno no favorecía su contacto con la madre.
Manrique C. Sánchez
LA VERDAD, 23/09/2007