Si el SAP requiere diagnóstico precoz, ahí tienen un caso clínico en Córdoba, puro mobbing intrafamiliar, la niña como arma de la guerra psicológica

Por fin, Rafael empezó a contarme: «Mi hija hace hoy la 1 Comunión y yo me enteré anoche. Mi ex me ha engañado y me dijo que sería el próximo fin de semana. Habíamos quedado que yo solo iría a la iglesia, me haría unas fotos con la niña y mis padres, y ya se marcharía con ella a celebrarlo con su familia y amigos. Ni siquiera eso le parecía suficiente. Anoche, como todas las noches, hablé con mi niña por teléfono, y espontáneamente me dijo que estaba muy nerviosa por lo de mañana, yo le dije que no era mañana, y ella se puso a llorar, diciéndome que se le había escapado. Acto seguido la madre se puso al teléfono, le pedí una explicación, y muy nerviosa, me dijo que yo no me enteraba de nada y que me comprara una libreta para anotar las cosas de mi hija, que se veía que me importaban bien poco. ¡Y delante de mi hija!».

«AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS»

16/02/2009 M DOLORES Azaustre. Diario Córdoba 

Aquel día eran las ocho menos cuarto de la mañana cuando mi teléfono empezó a sonar de una manera irritante, sobre todo porque era domingo. Me extrañó enormemente al ver que era Rafael , un cliente al que hace unos años le llevé el divorcio. Por supuesto, no dudé en contestar: «Sí, dime, Rafael, cuánto tiempo, ¿qué pasa?». «Buenos días, perdona que te moleste y más un domingo a esta hora …»; al escucharlo, tengo que confesar que tuve dudas de que fuera el Rafael que yo conocía, ya que le salía solo un hilo de voz muy diferente al torrente varonil y vital que yo siempre le había conocido. «Pero, ¿qué te ocurre?» –volví a insistirle–. Apenas podía hablar y noté que estaba llorando, por lo que le propuse que me invitara a desayunar y así podría explicarme mejor qué era aquello que le estaba causando esa angustia tan grande.

Una hora más tarde estábamos sentados en una cafetería, rodeados de madrugadores que empezaban el día deleitándose con suculentos desayunos mientras leían los abultados suplementos dominicales. Por fin, Rafael empezó a contarme: «Mi hija hace hoy la 1 Comunión y yo me enteré anoche. Mi ex me ha engañado y me dijo que sería el próximo fin de semana. Habíamos quedado que yo solo iría a la iglesia, me haría unas fotos con la niña y mis padres, y ya se marcharía con ella a celebrarlo con su familia y amigos. Ni siquiera eso le parecía suficiente. Anoche, como todas las noches, hablé con mi niña por teléfono, y espontáneamente me dijo que estaba muy nerviosa por lo de mañana, yo le dije que no era mañana, y ella se puso a llorar, diciéndome que se le había escapado. Acto seguido la madre se puso al teléfono, le pedí una explicación, y muy nerviosa, me dijo que yo no me enteraba de nada y que me comprara una libreta para anotar las cosas de mi hija, que se veía que me importaban bien poco. ¡Y delante de mi hija!».

Mi respuesta fue rápida. Miré el reloj, y le dije que no perdiera tiempo en ir a casa a engalanarse con su mejor traje, recoger el regalo que le tenía comprado desde hacía meses a su niña y avisara a sus padres. El no le veía ya sentido, estaba destrozado, no entendía tanta maldad. Lo convencí. A las once en punto, Rafael –aún llorando, pero ahora por dentro–, estaba junto a sus padres en la puerta de la iglesia esperando a su princesita. Rafael no se perdió la 1 Comunión de su hija. María, tampoco se perdió la presencia de su padre el día de su 1 Comunión.

Y dirán ustedes, ¿qué puede hacer un abogado ante algo así? Pues la verdad es que Rafael jamás podrá demostrar que su ex, con calendario en mano, le había indicado que el acontecimiento era otro día. Tampoco podrá demostrar nunca que, delante de su hija, su ex mujer le dijo que a él no le importaban las cosas de la niña.

En los Juzgados de Familia parece que siempre pleiteamos por lo mismo: la vivienda, las pensiones, la custodia, las visitas, etc… Sin embargo, no debemos olvidarnos de que, detrás de cada divorcio, laten los sentimientos de cada una de las personas que integran esa familia. Sentimientos. Desengaños, desamores, sufrimiento y dolor entre la pareja rota y más dolor, el que sentirán esos enanillos cuando ven que uno de los dos, generalmente su papá, deja de vivir en casa.

Afortunadamente, son muchas las parejas divorciadas que se esfuerzan por hacer felices a sus hijos. No quieren que crezcan sin un padre o una madre, y aunque se tengan que pelear por las pensiones o cualquier otra cosa, tienen como regla sagrada mantenerlos al margen. Yo he vivido procedimientos muy duros en los que se discutía sobre la custodia de un hijo, y sin embargo, el niño estaba totalmente al margen del conflicto de sus progenitores, era feliz, y los respetaba y quería a los dos por igual.

Sin embargo, otras muchas, destrozan el alma y corazón de sus hijos. Y es que no hay nada más cruel que utilizar a los hijos para vengarse de un «ex». Es verdad que a veces hay rupturas muy dolorosas, y tiene que fastidiar ver cómo tu niño se va el fin de semana con papá/mamá y su maravillosa/o novia/o, por la/el que te ha dejado. Pero eso no justifica la utilización tan mezquina que en muchos casos se hace con los hijos, que al fin y al cabo, no tienen culpa de nada. ¿Es justo que el día que el padre tiene que recoger a los hijos, la madre haya estado llorando desconsoladamente diciéndoles que estaba triste porque se va a quedar solita? ¿O que, minutos antes de que los niños tienen que volver con la madre, el padre les conecte la playstation 4, provocando así que los niños digan que no se quieren ir con ella?

Son pequeños detalles en la vida diaria, tan malvados como sutiles, no susceptibles de ser llevados a ningún tribunal, porque los jueces no pueden hacer nada para que la gente recupere la cordura y la sensatez. Son, como decía Serrat , «aquellas pequeñas cosas, que nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve».

* Responsable de la oficina de Córdoba de Zarraluqui Abogados de Familia

2 comentarios en “Si el SAP requiere diagnóstico precoz, ahí tienen un caso clínico en Córdoba, puro mobbing intrafamiliar, la niña como arma de la guerra psicológica”

  1. robjanei 19 febrero 2009 at 14:57 #

    A mi me ha pasado algo similar con la comunión de mi hijo. Primero me dijeron una fecha falsa. Luego descubrí la fecha pero los niños me dijeron que no podían invitarme porque mamá no puede verme delante. El mismo día por la mañana me llamaron para acompañar al niño al altar!! Asistí a la iglesia, y el lunes siguiente ella le dijo a todo el mundo que YO no quise ir!! Qué barbaridad!!

  2. joaquin manuel baena granados 16 octubre 2009 at 13:24 #

    saludos rafael soy de cordoba y me gustaria me inforaras de quepaso a seguir , me encuentro en una situacion parecida , con dos hijos , una setencia firme, y mis hijos ahora dicen que no uieren vrme me rehuyen y me dan respuestas que no son normalespara su edad, asi como que les dejan hacer y deshacer a su antojo, solo para que a mi m vean comoelmalo, la verdad llevo ya once mesesde denuncias hasta cuando la justicia no noshace caso, necesto tu ayuda y la de la asociacion agradeceria que me informases. graciasde antemano.
    joaquin manuel baena granados.


Deja un comentario