El caso Lysenko y el negacionismo político del SAP
“Lysenko fue un biólogo soviético que en la época de Stalin defendió que los caracteres adquiridos se podían heredar. Es decir, seguía las obsoletas teorías de Lamark en vez de la genética de Mendel. Así, Lysenko proclamaba que con su técnica, llamada vernalización, se podía alterar la naturaleza de las plantas en la dirección que interesara, por lo cual los rusos, en el futuro, gracias al comunismo y a su ciencia aplicada a la agricultura, vivirían cada vez mejor. Eso agradó en extremo a Stalin y su propaganda: la prensa soviética reportaba con entusiasmo los «éxitos» de las iniciativas de Lysenko (aunque al final, con el tiempo, todas mostraban fracasar). Sus tesis, además, habían sido aprobadas ni más ni menos que por el Partido Comunista de la URSS: verdad científica, materialista y proletaria -no podían estar equivocadas.” (Enric Carbó, filósofo). Hoy, nuestros políticos de Trincolandia, nos dicen: “No se te paga para pensar. El trabajador descerebrado es el trabajador feliz”, paga y calla. Sin embargo, vox veritatis non tacet: El SAP existe y no es sexista.