Alienación parental y urgencia procesal

El Tribunal de la UE ordena el regreso a Bilbao de una niña para que viva con su padre tras ser retenida por la madre desde 2008 en Alemania. Durante este tiempo el contacto con la niña ha sido nulo por la negativa de la madre, «a pesar de que le he enviado cientos de correos electrónicos y llamado otras tantas veces por teléfono sin respuesta».

23.12.10 – 02:30 –
ÍÑIGO SÁNCHEZ DE LUNA | GETXO.

«No voy a buscar venganza contra la madre. Creo que mi hija nos necesita a ambos»

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea puso ayer fin al calvario de Andoni Aguirre Zarraga, un vecino de Erandio que durante dos años y medio ha vivido separado y sin contacto con su hija, nacida en Euskadi y que desde el verano de 2008 está retenida de manera ilegal por su madre en Alemania. Aguirre reconoció a este periódico estar «feliz» por el próximo regreso de su hija y por la decisión de la UE, «si bien no me podía esperar otra cosa». Este sentimiento no ocultaba la «desilusión por la tardanza de dos años y medio en poner fin a la situación».

Durante este tiempo el contacto con la niña ha sido nulo por la negativa de la madre, «a pesar de que le he enviado cientos de correos electrónicos y llamado otras tantas veces por teléfono sin respuesta». No obstante, Aguirre siempre ha tenido clara su apuesta por la Justicia para solucionar el caso. «Nunca se me ha pasado tomar medidas más drásticas que pudieran empeorar la situación», afirma.
El Tribunal de la UE recibió el caso a instancias de un juzgado alemán el pasado mes de octubre y decidió tratarlo por el procedimiento de urgencia, ya que por el tiempo que llevan separados hija y padre existía «un riesgo serio de ausencia total de contacto» con su progenitor, según señala la sentencia contra la que no cabe recurso. El dictamen avala la orden de un Juzgado de Bilbao para que la niña, de diez años, regrese con su padre, que tiene la custodia legal, una medida que deberán acatar los tribunales germanos, que fueron los que trasladaron el caso ante la máxima instancia judicial de la UE. La sentencia rechaza los argumentos de los jueces alemanes tras constatar que se trata «de una retención ilícita por parte de la madre y que la decisión sobre determinadas peticiones de la progenitora corresponde a la jurisdicción del país de origen», en este caso España.

Los problemas surgieron en 2007, cuando el matrimonio formado por este vecino de Erandio y la ciudadana alemana Simone Pelz presentó una petición de divorcio en un tribunal vizcaíno. Al mismo tiempo, ambos progenitores reclamaron la custodia provisional de la niña ante la intención de la madre de regresar a su país de origen.
El Juzgado de Primera Instancia de Bilbao encargado del caso concedió la custodia provisional al padre y el derecho de visitas a la madre. El magistrado, en su sentencia, dio por buena la recomendación del equipo psicosocial judicial, que consideró que lo mejor para la niña era quedarse en su entorno familiar y escolar.

Lucha jurídica

En 2008, la madre se instaló definitivamente en Alemania, llevándose con ella a su hija durante las vacaciones veraniegas de ese año. Al acabar el periodo estival, sin embargo, la retuvo y no permitió su regreso a Erandio, en contra de lo dictaminado por el tribunal bilbaíno. A partir de ese momento las dos partes comenzaron una enconada lucha jurídica tanto en instancias vascas como alemanas con el objetivo de conseguir la custodia definitiva de la menor. Finalmente, el Juzgado número 5 de Bilbao dio la razón al padre en diciembre de 2009.

En ese momento, el tribunal de la ciudad germana de Celle consultó a la corte de Luxemburgo sobre qué jurisdicción tenía competencia para dirimir el caso y, en concreto, sobre si se debían aplicar en Alemania las decisiones del juzgado bilbaíno. Asimismo, consideraban que «los jueces vascos habían ignorado la petición de la madre para que se tuviera en cuenta la opinión de la niña». Según el Tribunal de la UE, corresponde a las instancias judiciales del Estado miembro de origen decidir si la opinión del hijo debe tenerse en cuenta, en función de las particularidades del caso y de la edad del niño, por lo que no había lugar a la queja.

Andoni Aguirre negó ayer categóricamente que se hubiera vulnerado ningún derecho de la menor debido a que «el tribunal de Bilbao puso fecha y hora para que mi hija compareciera para escuchar su postura, pero allí no apareció nadie». Por su parte, el abogado materno pidió realizar está comparecencia por videoconferencia, opción que fue desechada por los jueces vascos.
Con la razón de su parte, el emocionado padre espera ansioso el reencuentro con la pequeña, aunque no sabe cuando se producirá, toda vez que «no se ha decidido ni fecha ni lugar». También alberga un pequeño temor a la reacción de la niña «después de estar tanto tiempo separada de mí». Por este motivo ha mantenido diversos contactos con psicólogos infantiles para que «me asesoren para poder lograr un reencuentro normal y que ella se sienta bien». Aguirre deja claro en todo momento que no va «a buscar venganza contra la madre». «Creo que mi hija nos necesita a ambos».

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