25 de abril 2008, día mundial de la concienciación de la alienación parental: mientras se “protege” al niño-soldado se “incentivan” los niños-arma.
Una cosa es el niño-soldado y otra, peor, el niño-arma. El reclutamiento y utilización de niñas y niños como soldados constituye una grave violación a sus derechos humanos, tal como se recogen en la Convención de Derechos del Niño (CDN) y su Protocolo Facultativo sobre menores en conflictos armados. Pero la guerra psicológica también es guerra.
En España, los conflictos por la custodia del menor en los divorcios, auspiciados por los poderes del Estado que abogan por la “igualdad excepcional” de la custodia compartida, incentivan el uso del niño-arma, por sus propios padres.
El niño-soldado tiene opción a defenderse, el niño-arma no la tiene. La manipulación y lavado de cerebro de un progenitor para que el niño odie al otro es un crimen. La alienación parental y el SAP constituyen una flagrante violación de los derechos del niño y de los derechos humanos, que en España se produce de forma masiva.
El niño es “un arma cargada de futuro” (vivienda, pensiones, etc.) para el custodio exclusivo “con la garantía del Estado”.
La observación es el primer método científico. En España, hoy nacen niñas que casi inmediatamente son agujereadas en sendos lóbulos de las orejas por el propio sistema sanitario público, quizá a petición de sus padres. Pese a la prohibición legal vigente de “vulnerar la integridad física de un menor”. Incumplimiento abrumador y “con la garantía del Estado” de un ramillete de leyes y derechos del menor. ¿Ha protestado algún Fiscal que tiene por misión “velar por los menores”?
Según expertos de la Universidad, más de la mitad de las sentencias de divorcio en España carecen de motivación racional para conceder la custodia exclusiva a uno de los padres. Incumplimiento abrumador de otro derecho humano y constitucional. ¿Ha protestado algún Fiscal que tiene por misión “velar por el cumplimiento de la legalidad” vigente?
Cuando en los divorcios con menores el padre y/o la madre malmeten, manipulan, lavan el cerebro, o instrumentalizan a sus propios hijos menores contra el otro ex – cónyuge, ¿con qué frecuencia relativa pide el Fiscal la declaración de desamparo del menor y/o el cambio de custodia?, ¿un caso cada mil, quizá?
Como dicen reiteradas sentencias de la Audiencia Provincial de Barcelona: “Efectivamente, es un derecho fundamental del niño mantener relaciones estrechas de afecto con sus dos progenitores, y las conductas de uno de ellos tendentes a dificultar o impedir tales relaciones, que pueden derivar en una verdadera y real enfermedad mental, el síndrome de alienación parental (SAP), deben ser objeto de especial atención por los tribunales, apartando radicalmente al niño del padre o madre que lo mantiene secuestrado psicológicamente, para facilitar la recuperación de su salud mental, como ha puesto de manifiesto la psiquiatría especializada.”
El problema es que estas sentencias son escasos oasis en el inmenso desierto de los Juzgados de Familia de España.